jueves, 20 de enero de 2011

Placeres Patagónicos

Si existe una región del país que ha recibido un fuerte impulso turístico durante estos últimos años (ya sea por cualidades propias o intereses ajenos), es sin dudas la Patagonia. Fue gracias a estos viajes que conocí productos tales como el dulce de rosa mosqueta, la cerveza sabor a frambuesa, el ciervo ahumado y el helado de arándanos. La idea de encontrar todos estos sabores en un lugar que no implicase recorrer los más de 1600 kilómetros que nos separan de Bariloche me parecía a priori inverosímil.
Sin embargo, tengo que reconocer que me sorprendí gratamente al conocer Placeres Patagónicos, un lugar que por fuera no se diferencia prácticamente en nada respecto a cualquier bistró reciclado de Palermo. Pero, una vez que atravesamos la puerta, nos hace sentir como si estuviésemos en cualquiera de los lugares típicos de Bariloche, sin la vista al Nahuel Haupi, obviamente. Este efecto se logra no solo por la abundancia de madera en todo el lugar, sino también por el sinfín de productos patagónicos que lo invaden, entre las que se destacan las artesanías y los inefables Peques.
Ahora, el fenómeno patagónico fue completo cuando, con la carta en mi poder, empecé a ver cosas tales como cerveza El Bolsón, ahumados Weiss y helados Jauja. Por un instante creí haber muerto y reencarnado en profesor de ski, pero no, seguía vivito y coleando en Núñez.
Lamentablemente, las hostiles temperaturas del verano porteño me acobardaron un poco ante opciones tan tentadoras como aparentaban serlo el cordero braseado y el goulash con spatzles. Al mismo tiempo, el factor climático fue la excusa perfecta para optar por una más que tentadora tabla Ciprés, compuesta de fiambres comunes y ahumados, quesos saborizados y leber, entre otras delicias, y acompañada por panes artesanales.
Como no podía ser de otra forma, acompañamos la picada con cervezas artesanales ale, de frambuesa y de miel. También se puede optar por una acotada variedad de vinos que, vale destacar, contempla algunos de los mejores exponentes patagónicos (principalmente representados por Fin del Mundo, NQN y Humberto Canale).
Sin lugar a dudas, más allá de que a la larga no resulta una opción económica (a pesar de que no cobran servicio de mesa, el precio final fue de $80 por persona) voy a volver con un clima más acorde (y abundante tiempo libre por sobre todo para tolerar las excesivas demoras en la atención) para degustar alguno de los platos y postres que me permitan revivir lo mejor de los sabores del sur de nuestro país.

Placeres Patagónicos
San Isidro Labrador 4408
Teléfono: (011) 4702-0171

1 comentario:

  1. Por lo que leo, salvo el dulce de rosa mosqueta y la cerveza ale, se trata de productos centro europeos típicos.

    Para comer ese tipo de platos también tenés:
    - Muy bueno: Zür Eiche (Vte. López) y Charlie's Fondue (San Isidro)
    - Bueno: Zum Edelweiss (Centro), Bodensee (Las Cañitas), Club Hungaria (La Lucila), Ceres (Olivos y Pta. Chica)
    - Regular: Club Austria (San Isidro)

    Si lo que te interesa son los fiambres, hay dos fábricas alemanas. Eichler en Benavídez y Schreiber en Munro.

    En cuanto a cervezas hay varias y para todos los gustos. Sugiero que pruebes las marcas Franziskaner, Paulaner y Erdinger (la primera es difícil de encontrar pero las dos últimas se pueden conseguir en Disco o Jumbo), son a base de trigo y sin filtrar. El problema que tienen, además de no ser baratas, es que después las demás cervezas parecen agua destilada.

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