domingo, 20 de febrero de 2011

Lupita

Si hay una comida étnica por la que he desarrollado cierto fanatismo inexplicable (porque no conozco el país, por ejemplo) es sin lugar a duda la gastronomía mexicana. Deduzco que las inagotables horas de autoflagelamiento con el chavo del ocho en mi infancia tienen algo que ver con esta debilidad por los tacos, burritos y quesadillas.
Esta especie de obsesión es la que me obliga a ir a cada lugar nuevo con algo de mexicano que descubro, no sin más de una frustración producto de la simplificación que muchos lugares aplican a esta cultura tan rica y diversa en gustos y sabores (les dejo una nota de Planeta Joy al respecto: ¿Qué pasa con la comida mexicana en Buenos Aires?). Desde el excesivamente modesto Cielito Lindo hasta el sobrevalorado María Félix, pasando por Xalapa  (uno de los lugares con peor servicio y atención que he conocido) y DF (con sus ensordecedores mariachis y porciones y calidad inversamente proporcional al avasallamiento de la inflación), ninguno había logrado transmitirme la sensación de estar comiendo verdadera comida mexicana, sino más bien una muchas veces burda adaptación local.
Afortunadamente, Lupita ha logrado sorprenderme gratamente, no solo desde la fidelidad que le imprimen a los platos, sino, y por sobre todo, por la capacidad demostrada por sus dueños para lograr adaptar una cultura tan peculiar a un barrio tan excéntrico como autóctono como lo es Las Cañitas. La gran barra de doble altura (acorde a la altísima calidad de los tragos) y la música más bien chill out se complementan casi a la perfección con las calaveritas y las máscaras de lucha libre que se encuentran en la mayoría de las mesas.
Como suelo hacer cada vez que voy a un lugar mexicano nuevo, el menú consistió en un margarita clásico (de los mejorcitos que  he probado, con abundante sal en el borde de la copa) y el combinado de la casa. En este caso fue un combo de 6 piezas formado por 2 tacos de camarones (con señores camarones, no esas réplicas en miniatura que se consiguen en cualquier supermercado), 2 burritos de cerdos (con la carne bien desmechada, como corresponde) y 2 quesadillas de vegetales que claramente fueron las ganadoras de todo el combo por originalidad y sabor. Todo acompañado por varias salsas de diverso picor (de algunas me seguía acordando hasta bastante después de la cena).
Como suele pasar en este tipo de lugares, se nota que a los chefs se les agota la creatividad en los principales y a la hora de los postres terminan en platos a base de chocolate y maracuyá (aparentemente son dos productos tanto de la gastronomía mexicana como así también de la peruana y la japonesa). Reconozco que lo único que me llamó la atención fue el volcán de banana split, pero no a tal punto de convertirse en antojo.
Si lo que uno busca es hacer foco en la comida y puede prescindir de los mariachis, Lupita es la elección ideal para poder probar a un precio razonable (aproximadamente $ 100 por persona) algunas exquisiteces de una cultura tan rica y devota como pocas.

Lupita
Báez 227
Teléfono: (011) 5197-5149

¿Cuál es su mexicano favorito?

1 comentario:

  1. Si en algo te pudo haber influido el chavo es en la torta de jamón, porque es lo único que había de comida en ese programa... XDDDD

    Habrá que ir!!

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