lunes, 15 de noviembre de 2010

Brasserie Petanque

La explosión gastronómica que San Telmo vivió en el transcurso de esta década si diferencia de la de otros barrios por ser mucho más ecléctica y en la mayoría de los casos mucho menos pretenciosa. Estas cualidades están en sintonía con el carácter general del barrio, mezcla de bohemio en sus orígenes y, a la vez, poblado en este último tiempo por oficinistas que poco a poco van copando la zona a fuerza de la descentralización que se va produciendo en toda la ciudad.
Esta mezcla de estilos fue acompañada por una oferta gastronómica similar, lo cual permite encontrar  desde bares / talleres culturales (como el Café Via Via), bares donde tocan bandas tributos (el tributo a Sabina debe ser por lejos el modelo más agotado)  y restaurantes bien tradicionales (La Brigada con su entraña inigualable es un claro exponente) hasta propuestas  más vanguardistas (por ponerle un título) como Sukiyaki (atendido por un personaje un tanto excéntrico) o hasta alguna propuesta ambientada en un barrio marginal.
En algún lugar en el medio de esta fauna se encuentra Petanque, una brasserie con todas las letras que ya hace casi 6 años atrás convirtió un local digno de panchería de constitución en un ambiente simple y cordial, en el que se impone una barra escoltada por una gran colección de botellas sobre unas evidentes baldosas restauradas. El resto del salón mantiene el estilo sobrio en donde se destacan los espejos con algunas de las opciones de la carta a modo de recomendación como para que uno ya se vaya tentando desde el principio.
Si hay algo que se destaca, es lo esmerado del servicio. Desde la cordialidad del maître francés hasta la preocupación permanente de los mozos en atendernos ante el mínimo movimiento (a tal punto de confundir una rascada de cabeza con la necesidad de que se acerquen a la mesa). Si a esto le sumamos el pan casero y el aperitivo de pastis, hace que cualquier espera pase completamente inadvertida.
La carta denota una estirpe plenamente francesa con ostras, caracoles y ensalada de queso caliente como entradas destacadas y principales que cubren prácticamente todas las carnes, incluidas cerdo, conejo y pato. En esta ocasión, probamos el salmón fresco a la miel con puré de habas, milhojas de papas y crocante de puerro y el conejo a la mostaza de Dijon. También se destacan la trucha con almendras y el lomo a la bearnaise con hojaldrado de papas.
En cuanto a los postres, el primer lugar indiscutido es para la Crème Brûlée, de las mejorcitas que he probado. Un nivel más abajo, pero igualmente destacables son su prima hermana de naranja el sorbete con frutos rojos.
Para acompañar, la carta de vinos presenta una buena variedad de bodegas y varietales a precios acordes con algunas perlitas francesas más que recomendables para ocasiones especiales.
Ambiente cordial, servicio impecable, carta interesante y precio acorde ($65 por persona sin vino) son algunas de las razones por las cuales Petanque no solo satisface los paladares más exigentes sino también brinda momentos sumamente agradables que motivan a volver.

Brasserie Petanque
Defensa 596
Teléfono: (011) 4342-7930

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