viernes, 1 de octubre de 2010

La Dorita (de enfrente)

A esta parrilla plagada de detractores (me hace acordar en cierto punto a la década menemista en dónde nadie se hacía cargo de haberlo votado) hay que reconocerle un logro: pocos son los pseudo parrillones palermitanos (se puede extrapolar a cualquier incursión gastronómica de la zona) que logran subsistir durante tanto tiempo (La Dorita abrió sus puertas en 2002). Ahora bien, es importante hacer una aclaración: cuando hablo de La Dorita me refiero a la que está ubicada en Humboldt 1892, diferenciada con el agregado  “de enfrente” de la que justamente queda en la esquina opuesta. He hecho incursiones en otras sucursales, y en ninguna de ellas obtuve el mismo resultado que en La Dorita “de enfrente”.
Habiendo dicho esto, tengo que reconocer que La Dorita es uno de mis lugares de cabecera para ir un domingo al mediodía, en donde uno no está apurado para volver a la oficina, ni preocupado porque se le haga muy tarde para volver. Quizás es por esto que alguna demora en el servicio pase desapercibida. El lugar emula ser un bodegón prolijamente preparado para que luzca como tal. Sin embargo, creo que logra el equilibrio perfecto para darle al ambiente un toque más familiar que el resto de los restaurantes de Palermo, al mismo tiempo que tampoco se convierte en un parrillón descuidado (no mencionó ninguno de los barrios que se me vienen a la mente para referenciar así no hiero ninguna susceptibilidad).
En lo que se refiere a la comida en sí, en términos generales todo es de buena calidad (aunque hay que reconocer que en este último tiempo ha venido bajando un poco la calidad, sobre todo de las carnes), aunque hay un producto que se destaca del resto: el choricampi. Este chorizo sin un gramo de grasa recubierto de masa hace que la estadía ya haya valido la pena.  Existen otras entradas (el choricampi no figura como tal, pero hace muy bien las veces de) destacadas como los buñuelos de acelga o la provoleta, pero ninguna de ellas le llega ni siquiera a los talones al choricampi.
En cuanto a los principales, se destacan la entraña, el matambrito de cerdo y el asado de tira especial (la diferencia de calidad entre el asado de tira especial y el tradicional, hace que valga la pena pagar por la diferencia). No así el vacío (ni el tradicional, ni el especial), por lo general bastante grasoso (los mismos mozos no lo recomiendan). Acompañar cualquiera de estos platos con una buena porción de las mejores batatas fritas que he probado (bien secas por fuera, pero no quemadas) y uno de los simpáticos pingüinitos hace que la experiencia sea completa (la carta de vinos en general es correcta para un émulo de parrillón).
No soy de pedir postre casi en ningún lugar (no hay con que darle a un cuartito de Freddo), así que no les puedo dar mi opinión sobre este punto, pero por lo menos, desde la carta se aprecian postres tradicionales (flan, queso y dulce, mousse de chocolate, etc.) y de aspecto tentador (por lo menos es lo que se ve cada vez que pasan los mozos con uno en la mano. Lo que si merece un comentario es el café, que la mayoría de las veces lo sirven quemado.
En resumen, un muy buen lugar para tener un almuerzo familiar o entre amigos, descontracturado (ahora que Mauri amplió las veredas, la alternativa de comer en la vereda suma bastantes puntos si el día acompaña), a un precio acorde (a pesar de que los precios han subido bastante este último tiempo y ya haya perdido esa característica de parrilla económica, todavía se encuentra en un rango de precios por debajo de muchas otras parrillas palermitanas con productos de menor calidad). Definitivamente, un lugar para tener como una fija que muy difícilmente decepcione.
La Dorita De Enfrente
Humboldt 1892
Teléfono: (11) 4773-0070

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